El kirchnerismo se dio todos los gustos en las dos cámaras de Congreso en 2012, aprobó cuanto se propuso y rechazó todo lo que no deseaba, pero no pudo evitar que dos integrantes de la primera línea de sucesión presidencial padecieran un fuerte desgaste. El vicepresidente, Amado Boudou, y la presidenta provisional del Senado, la senadora tucumana Beatriz Rojkés de Alperovich, recibieron golpes que mellaron su situación política, hasta el punto que llegó a hablarse de una eventual reestructuración de la cadena sucesoria.
La Ley de Acefalía prevé que en caso de "enfermedad, muerte, renuncia o destitución del Presidente", el cargo pasará a ser ejercido por el vicepresidente, y en su defecto, por el presidente Provisional del Senado, y si no, por el presidente de la Cámara de Diputados y finalmente por el titular de la Corte Suprema. Los dirigentes sobre los que puede recaer la sucesión de Cristina Fernández son, sucesivamente, Amado Boudou, Rojkés (esposa del gobernador José Alperovich), Julián Domínguez y Ricardo Lorenzetti.
La mala situación de la presidenta provisional no se deriva de ningún procesamiento judicial -que sí se vincula con Boudou-, sino de opiniones en las que manifestó no tener una cabal identidad con los pensamientos que se promueven desde lo alto del PEN y terminaron molestando a los oficialistas.
Esos dichos habrían dado origen a las versiones que circularon en los últimos días, y que apuntan al senador Miguel Pichetto como su ideólogo, en cuanto a que la Presidenta estaría pensando en reemplazarla. Fuentes oficiosas dijeron que la Presidenta habría manifestado un indisimulable enojo por la más reciente intervención de Rojkés -en relación con el juicio del caso Marita Verón en Tucumán-, por lo que se especuló con la eventualidad de que el año próximo pudiera haber cambios en la sucesión presidencial.
La ola de rumores desencadenó en Tucumán una inusitada cadena de apoyos políticos hacia la titular del PJ. Intendentes, legisladores, concejales y delegados comunales salieron a defender a la senadora.
Mientras tanto, Pichetto, presidente del bloque "K", luego del conflicto político e institucional que desencadenaron los rumores sobre el recambio de personas en el tercer lugar de la líneas sucesoria presidencial, ayer salió a rechazar "totalmente" que aspire a ser presidente provisional. ¿Aspira a ser presidente provisional?, se le consultó. "A eso lo descalifico totalmente. Soy un hombre más ligado a la dinámica del bloque y al debate parlamentario. Aquel lugar me sienta poco para mi estilo y mi forma de hacer política en el Parlamento y además estoy totalmente ajeno a cualquier tipo de operación. Tengo una actitud de respeto por la presidenta provisional (Beatriz Rojkés) y en ese tema la que manda es la Presidenta. Además, anticipó que se propone disputar la reelección como senador nacional y admitió que espera gestos de apoyo de la Casa Rosada.(DyN)